¡Pide justicia! Chica baleada dijo que Boza le apuntó con un arma

Todo no marcha de maravilla en la vida de Boza, pues hace cuatro meses, hubo un «party» en su casa, que terminó con una chica en el hospital, con un disparo en el glúteo. Hoy, la historia toma un nuevo rumbo, pues la afectada le contó su testimonio desgarrador a la licenciada Wyznick Ortega, asegurando que estuvo al borde de la muerte, por lo que exige justicia y que los involucrados paguen.

A pesar de que la carrera del artista va viento en popa de manera internacional, aquí en Panamá, ese éxito se ve empañado, por este caso, que vuelve a estar en boca de todos, luego de que esta joven diera su versión de los hechos en un «live» muy emotivo con la abogada Ortega.

Para quienes no están muy empapados en el tema, le recordamos que este lamentable hecho, ocurrió el pasado domingo 2 de abril, en la casa del artista, que está ubicada en la barriada Costa Esmeralda, en Costa Sur, Ciudad Radial, corregimiento de Juan Díaz. En ese entonces lo que trascendió es que el famoso fue conducido hasta la estación de la Policía Nacional de Metro Park en Juan Díaz, allí junto a su abogado alegó que estaba dormido cuando ocurrió el hecho.

El parte policial del subcomisionado Francisco Mela, Jefe de la Zona Policial de Don Bosco, confirmó que la mujer baleada fue trasladada hasta el cuarto de urgencias de la Policlínica J.J. Vallarino de Juan Díaz para recibir atención médica. También se indicó que el arma utilizada para dispararle a la femenina fue entregada a la policía por el artista y la otra persona que cometió el hecho huyó del lugar.

Erika, de 23 años, relató con lágrimas en los ojos y bastante afectada, que interpuso una querella penal contra el artista por la posesión y tráfico de armas de fuego, además, mostró imágenes en las que se le puede ver intubada en una cama de hospital, y además dio a conocer lo grave que estuvo y las operaciones que le realizaron para salvarle la vida.

«El disparo fue en el glúteo, atravesándome de lado y saliendo en la pierna izquierda, así como cadera, ocasionando una fractura en la cadera de dos partes. La bala al entrar atravesó el útero y la pelvis, causando una hemorragia, ocasionando unos coágulos dentro de mi cuerpo. El doctor me tuvo que abrir de el estómago de esa manera, porque estaba en estado crítico, porque quería revisar que ningún órgano estuviera comprometido», dijo al iniciar su relato.

«Quiero que se hago justicia, han pasado cuatro meses de esta situación, me he tenido que levantar por mi propia cuenta para salir adelante. No caminaba, estuve en silla de ruedas hasta hace poco. Camino con ayuda de un bastón. Estuve intubada, me dieron comida por tubos. No he podido volver a trabajar, mi madre ha tenido que dejar de trabajar para poder apoyarme. Ha sido bastante difícil», recalca. Indica que alguien la estuvo representando, pero el caso no avanzó y pide que los responsables paguen.

Inició un proceso a mediados de abril con una licenciada que tomó su caso, pero en Fiscalía no ha pasado nada y la situación es desesperante para ella en estos momentos.

Boza la apuntó con un arma
«Llegó a la casa de Boza con Anyuri y otra conocida con la que salía de vez en cuando. Había otras amistades, era la primera vez que llegaba allá, eso fue a eso de 5:30 y 6 de la mañana. Nos cambiamos, nos metimos a la piscina, pero en un momento siento que alguien me está tocando, miro y no veo nada, en eso le digo a una amiga que alguien me estaba tocando, pasa otra vez y veo que es Boza el que me tocaba. Evadí la situación con él y otro, al ver la insistencia fui al baño con una amiga. A eso de las 10 de la mañana le digo a Anyuri que me quería ir, ella estaba al lado de Boza, a lo que réplica el motivo y le advierto que me quería ir. Se sentía el ambiente pesado y quería irme», relata.

Según la joven, se sintió intimidada porque en el lugar de la fiesta varios chicos tenían armas de fuego, e incluso le dijeron que no podía usar el celular, incluso, no se pudo contactar en ese momento porque se lo prohibieron. Ella intentó grabarse en la piscina, pero se lo impidieron.»Siempre que salgo trato de escribirle a mí mamá para que sepa dónde estoy, porque uno no sabe qué puede pasar», comentó.

«Estamos en la sala y al insistir en irme, sale el Boza diciendo, tú no te vas a ir de mi casa hasta que yo no quiera que tú te vayas y me apunta con un arma de fuego. A todo esto Anyuri le dice con la intención que ceda, que tenía que ir a trabajar. No era cierto, porque ese día había salido de trabajar. En ese momento me volteó y solo sentí un disparo en el glúteo, sentí el cuerpo caliente y ella me apañó. Un chico en ese instante me hizo un torniquete. No eran gotas, eran chorros de sangre», menciona.

A todo esto, al momento que la estaban subiendo al auto para llevarla al hospital, el otro chico que estaba insistente con él, le dice «cha mami, discúlpame porque no lo quería hacer, fue un accidente».

Ella fue trasladada al JJ Vallarino, algo que ya se mencionó y llegó de manera delicada. Le pusieron pamper y en ese momento pensó que solo le sacarían la bala y no pasaría nada más. Posterior a esto y tras ser estabilizada la trasladaron al Complejo Hospitalario de la CSS, pero antes de eso le sugirió que llamaran a la mamá para contarle lo que pasaba.

«Mamá me dieron un disparo, ve para el Complejo. En ese traslado, recuerdo que de 14 en hemoglobina llegué con 8. Al llegar al lugar mi madre me esperaba, pero iba delirando. Al verla solo le dije, discúlpame mamá si en algún momento te he hechos sentir de una manera que no debo. Perdóname mamá por todo y ahí perdí el conocimiento», dijo de manera triste.

Acto seguido lo que recuerda es que despertó el lunes con un tubo en la nariz, boca, catéter en el cuello y una línea en las manos por cualquier cosa. Además, tenía las piernas amarradas la sensibilidad en las piernas, a eso se le sumaba que tenía más aparatos colocados producto de la operación que le realizaron.

Asegura que pasaron varios días y fue hasta el miércoles que finalmente le quitaron el tubo y pudo hablar, algo que para ella fue muy desesperante. En ese momento se vio la operación que le hicieron en el estómago y por supuesto, esto la asustó mucho al escuchar que estuvo cerca de morir.

Le ofrecieron dinero

Erika también mencionó que Alberto Gaitán le ofreció dinero para terminar con el caso. «Apenas rendí mi declaración nadie me contactó. En un instante se quiso contactar, pero yo no quise. Alberto Gaitán también lo hizo, quería hablar con mi mamá, con la intención de firmar un documento para ayudarle. Habló con mi mamá, pero en un momento Alberto le dice a ella, que su hija declaró cosas del Boza que wao. Eso me molestó, le quitó el celular y le dijo que no es wao, declaré lo que fue y le recalcó que él no estaba ahí. Al ver lo que pasaba solo dijo que cuánto quería para terminar esto», contó.

Sobre Anyuri, mencionó que los primeros días sí estuvo pendiente, pero que luego que rindió declaraciones, se desapareció.

Según se pudo conocer, en este caso está querellado Boza y otra persona por este delito.